Alejandro Moreno, Alito, ha adoptado una estrategia para mantenerse en la dirigencia del PRI que contradice las condiciones establecidas por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para validar la extensión de su mandato hasta 2024.
Estas condiciones exigían que dicha extensión no significara una reelección ni una permanencia indefinida en el cargo, sino una prórroga temporal estrictamente limitada hasta después de las elecciones presidenciales, con el objetivo de respetar los derechos de la militancia y fomentar la renovación de liderazgos.
La sentencia emitida por la Sala Superior del TEPJF el 26 de abril de 2023 permitió a Alejandro Moreno permanecer un año más al frente de la dirigencia del partido, como una medida excepcional para evitar una carga adicional en la renovación de los órganos internos del PRI justo antes del inicio del proceso electoral federal, similar a lo que se hizo con el PAN y Morena.
No obstante, la base de esta sentencia fue clara: la extensión no debía ser interpretada como una forma de reelección para Alejandro Moreno, sino como una excepción temporal y circunstancial fuera del periodo para el cual fue originalmente electo.