Organizaciones civiles, catedráticos, abogados, representantes de las iglesias y empresarios morelenses, junto con la senadora Lucy Meza dieron a conocer la primera versión del Manifiesto en Favor de la de la Paz en Morelos, en donde se propone crear la Ley Estatal de Cultura para la Paz, con la finalidad de erradicar la violencia e inseguridad.
El documento presentado conjuntamente con los diferentes sectores de la sociedad y organizaciones civiles contiene un decálogo de propuestas que serán socializadas en todo el estado de Morelos para su enriquecimiento con nuevas propuestas que provengan de los propios morelenses.
Por primera vez en Morelos, se reunieron empresarios, representantes de las iglesias católica y cristiana, abogados, académicos, comerciantes, líderes sindicales y sociedad civil para dialogar sobre el manifiesto denominado “Unidos por la paz en Morelos”.
En el evento, la Senadora Lucy Meza hizo suya la propuesta que proviene de la sociedad civil y que incluye la creación de la Ley Estatal de Cultura de La Paz.
Lucy Meza enfatizó que la paz en Morelos se construye con las y los morelenses, no trayendo gente de afuera que no conoce ni ama al estado, ni sus condiciones sociales y económicas. “Por eso estamos llevando a cabo Foros Ciudadanos Legislativos en todo el estado, escuchando y convocando a las y los morelenses para construir una paz duradera.
“Necesitamos la paz, para que Morelos se desarrolle y crezca con toda la fuerza de las familias morelenses”, señaló la oriunda de Cuautla.
Ahí, el presidente de la Fundación Don Bosco, Antonio Sandoval, propuso crear el Consejo Estatal para la Paz y la Conciliación, como un ente autónomo encargado de realizar investigaciones sobre la paz y generar propuestas que permitan sacar a Morelos de la violencia en la que está sumergido.
Cabe destacar que el manifiesto “Unidos por la Paz en Morelos”, establece distintas propuestas encaminadas a fortalecer a los cuerpos policiacos, a velar por el Estado de Derecho, acabar con la impunidad, privilegiar la atención a las víctimas de los delitos, promover programas sociales para prevenir la violencia y sumar a la iglesia en el proceso de pacificación.