Un tribunal británico ha concedido una prórroga hasta el 20 de mayo para que los abogados de Julian Assange puedan defender su derecho a apelar la orden de extradición a EE.UU. Esta extensión llega en un momento crucial, ya que Assange enfrenta graves cargos por espionaje, conspiración y fraude informático en Estados Unidos, con una posible sentencia de hasta 175 años de prisión.
Los jueces solicitaron a la fiscalía estadounidense nuevas garantías, como el respeto a la libertad de expresión y la exclusión de la pena de muerte. La esposa de Assange, Stella Morris, expresó su sorpresa y preocupación por la decisión del tribunal, señalando las difíciles condiciones en las que ha permanecido Assange en la prisión de Belmarsh.
Los seguidores de Assange se congregaron en muestra de apoyo durante esta última oportunidad para defenderse ante los tribunales británicos antes de una posible extradición. Aunque existe la posibilidad de apelar ante el Tribunal de Derechos Humanos de Europa, se reconoce que el tiempo y las garantías son limitadas.
Los argumentos presentados por el abogado de Assange, Edward Fitzgerald, han dejado su huella en la decisión del tribunal, destacando la presunta motivación política del caso y la defensa de Assange como un practicante de periodismo de interés público.