En el último episodio de la creciente tensión territorial en el Mar de China Meridional, barcos de la guardia costera china dispararon cañones de agua contra dos lanchas patrulleras filipinas cerca del Banco de Arena Scarborough.
Aunque no se reportaron heridos, uno de los barcos filipinos resultó levemente dañado, intensificando aún más el conflicto entre ambas naciones.
El vocero de la guardia costera filipina, comodoro Jay Tarriela, informó que cuatro barcos de la guardia costera china, acompañados por seis presuntas embarcaciones militares, llevaron a cabo maniobras de bloqueo peligrosas cerca de Scarborough. Durante el incidente, un barco chino utilizó un cañón de agua contra una embarcación pesquera filipina, mientras que otros dos barcos chinos embistieron al barco de la guardia costera filipina, causando daños en su cubierta y un cobertizo.
A pesar de la provocación, los barcos filipinos continuaron con su patrullaje, mostrando determinación en su misión de proteger a los pescadores filipinos y garantizar operaciones legítimas en la región. La guardia costera china, por su parte, reinstaló una barrera flotante en la entrada a la laguna de pesca del banco de arena, una acción que ha generado tensiones adicionales.
Este enfrentamiento no es un incidente aislado, sino parte de una serie de choques intermitentes entre China y Filipinas en el Mar de China Meridional, un área disputada por varias naciones de la región. La escalada de estos encuentros ha generado preocupaciones sobre la posibilidad de un conflicto armado que podría involucrar a potencias extrarregionales como Estados Unidos.
Estados Unidos ha reiterado su compromiso de defender a Filipinas en caso de un ataque, incluso en aguas disputadas, lo que podría aumentar aún más las tensiones en la región. Mientras tanto, las disputas territoriales en el Mar de China Meridional continúan siendo un punto de inflamación en las relaciones internacionales, con consecuencias potencialmente significativas para la estabilidad regional y el comercio mundial.